lunes, 13 de abril de 2015
Christian Sas surrealismo pop desde Inglaterra
Nació en Londres en el año 1968, la mayor de cuatro. Era una niña tímida, introvertida, falta de confianza en sí misma, con una pasión por el dibujo . A los 13 años fue enviada a la escuela de embarque, una Iglesia privada de Inglaterra para niñas con la escuela obligatoria por la mañana y por la noche los servicios de capilla. Al principio era un infierno, y es el arte y la música lo que le ayudó a evadirse. Aunque su madre tenía planes para ella ella tenía otras ideas, y con el apoyo de la directora y profesor de arte se las arreglaron para convencer a sus padres reacios a dejar que estudiara diseño gráfico, como resultó era absolutamente inútil . Estudió los métodos de la vieja escuela, cortar y pegar a mano. Los ordenadores no habían llegado todavía a su universidad.
Es una pintora británica unida sentimentalmente al escultor Colin Christian. Los retratos de Sas, en su mayoría mujeres, son intensos, ricos y vibrantes, donde los ojos son el centro de atención, unos ojos claramente influenciados por los mangas japoneses. La luz en sus pinturas es magistral y así consigue esas imágenes que parecen de porcelana con ojos acristalados y labios dulces.
Su inspiración original se basó en gran medida al anime, Tamara De Lempicka y Mark Ryden. Le encantó la expresión creativa de los niños de Harajuku en Tokio. Le llenaron de esperanza y entusiasmo. Originalmente la intención de sus pinturas sólo se trata de crear una imagen fuerte, puramente visual. Quiso impartir un humor irónico moderno, incorporando sus experiencias. Muchachas contemporáneas, lloronas; punky, muchachas sensatas, dañadas pero no rotas, coquetas, católicos, encantadoras, divertidas, inteligentes, inusuales, independientes.
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