Busquen la sentencia de una flor ultrajada,
Y luego rememoren nla llegada de los astros.
La muchacha sorbe el semen de su tierra abyecta,
Para socavar esta tristeza sin finales ni principios.
La naturaleza invocó a nuestras vidas,
De un modo autoritario,
Tomandonos de los cabellos imaginarios
Y arrastrandonos sobre las espinas de la existencia.
Para traicionarnos con la vejez y la enfermedad
Para divertimento de algo
Absurdo y vigorosamente aciago.
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