Suicidio (Poema).
Ramos Sucre,
Trakl,
Silva,
y esos nombres
Refulgen en el iris del suicida.
Las manos deberán aproximarse
a todos los abismos existentes,
los pies descenderán en la sinuosa
cornisa de las cosas ya caducas.
Beberás la hiel,
y no te saciarás con el gorjeo
de la paloma tímida de antaño.
Comerás la amarga hierba
de la vida,
temblando ante un futuro ceniciento.
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